Por: Reporteritos Institución Educativa Municipal Cabrera
Aurelio Arturo Martínez: amo la noche
El corregimiento de cabrera está ubicado a 5 kilómetros de la ciudad de Pasto, allí es donde se encuentra ubicada la Institución Educativa que enmarca el mismo nombre del corregimiento, en donde un grupo de jóvenes y jovencitas se han dado a la tarea de reconstruir el patrimonio histórico y cultural de un lugar que es mágico y ancestral, tierra de las historias que siglos después dejaron en enormes huellas los antiguos habitantes de estas tierras.
Los jóvenes tienen la motivación de presentar un trabajo escrito para el área de ciencias sociales, pero además junto a su docente Andrea Montenegro, han emprendido la mágica labor de escuchar a los abuelos, hacer preguntas a los habitantes del sector y desarrollar un arduo trabajo de observación e investigación alrededor del corregimiento que entre otras muchas maravillas enmarcan las enormes piedras en donde tiempo atrás serían los Quillasingas quienes tallarían sus propias figuras, que hoy en día representan el respeto y parte de la identidad cultural de los nacidos de estas tierras.
Pero no solo en el campo y los caminos de herraduras se cuentan las historias de Cabrera. La plaza principal es el escenario de las bellas figuras que en los pinceles han narrado la historia de una zona cuyo acervo cultural es su mayor tesoro y riqueza. Docentes y estudiantes cuentan con orgullo las vivencias de las mujeres que se pintan en las paredes de una de las viviendas que rodea la plaza principal, en homenaje a esa mujer campesina, valiente y trabajadora en cuyas primeras ventas de plantas aromáticas y flores, darían inicio al comercio, el turismo y el interés de los que más tarde serían los visitantes y consumidores principales de aquellos productos por los que hoy en día Cabrera obtiene su mayor ingreso económico.
La iglesia que engalana la plaza del pequeño casco, casi urbano, que en un momento fue el sitio en donde se correspondía la fe y las creencias del pueblo con la materialización de milagros, aun alberga las muletas y las sillas de ruedas que alguna vez usaron para los que ahora caminan y corren.
Cabrera entonces es un sitio mágico, no solo por el patrimonio con el que cuenta, sino porque aun los más jóvenes del corregimiento se empeñan en seguir guardando las historias; documentándoles y recreándolas. Porque cada ladrillo, cada casa y calle del sector representa la vida de un predecesor, de alguien al que seguramente se le heredo más que el apellido o la sangre.
De esta forma los jóvenes estudiantes de noveno grado, recorren cada sitio oculto y central del corregimiento en busca de nuevas anécdotas e historias, haciendo gala de una idiosincrasia culta como la de Nariño, que ha entendido el valor y el precio que posee la historia y el orgullo de ser un heredero más de esta hermosa tierra del mágico e intrínseco churo cósmico.