Ana Burbano García
Comunicadora Social Sistema Tecnológico.

En toda buena historia existen distintos personajes que a través de sus acciones le dan sentido a la vida.

Desde muy pequeños nos enfrentamos a la gran tarea de aprender. Con nuestro primer soplo de vida, el mundo nos ofrece un sinfín de posibilidades que poco a poco serán descubiertas. Es ahí donde empezamos a ser pequeños científicos y exploradores del autoaprendizaje.

A medida que vamos creciendo, entendemos que el mundo es mas grande de lo que habíamos pensado, nuestros cuidadores nos ayudan a caminar, a comer sin hacer una obra de arte sobre nuestras ropas, a ir al baño solos, entre otras actividades que nos regalan a cuenta gotas la maravilla de la independencia, la hermosa sensación de la libertad. Con esta, llega el paso mas importante de la vida como individuos; la entrada al mundo de la educación, donde no solo nos esperan personas como nosotros, sino donde conocemos a los maestros de las ciencias, el arte, la filosofía, la naturaleza. Hombres y mujeres de palabras precisas y manos amplias, con la inmensa bondad de dar lo que tanto trabajo les costó conseguir.

Su tarea no es sencilla, llevan a cuestas la responsabilidad de prepararnos para el futuro, para una sociedad hambrienta de cambios, para un mundo en constante movimiento. Tienen la misión de invitarnos a abrir nuestras mentes e imaginar tantas realidades como sea posible y así convertir el conocimiento en poder. Poder para crear, poder para cambiar, poder para sanar.

A estos grandes directores de orquesta, no solo queremos decirles feliz día del maestro, queremos decirles ¡Gracias! Gracias por reinventarse en estos tiempos de retos titánicos, donde quizás tuvieron que volver a ser alumnos de las generaciones a quienes enseñan y así reconciliarse con la tecnología, gracias por la experiencia ganada con los años de servicio a la educación, gracias por cada noche en vela, agotados por el cansancio pero con la convicción y las ganas de cumplir con su deber, gracias por ser el lugar seguro de nuestros estudiantes, por transformar vidas e ir más allá de su labor de educadores, gracias por cada consejo, con cada llamado de atención, por cada palabra de aliento y motivación. Gracias por amar su labor y por seguir creyendo que el mejor vehículo para el cambio y la trasformación de lo que hoy conocemos, es una sociedad educada.

Gracias Maestros, “que viva la ciencia, que viva la poesía”